lunes, 12 de noviembre de 2018

Reseña: Deadwood 1876


Deadwood 1876

La caja

·        Editorial: Facade Games Diseñador: Travis Hancock
·        2-9 Jugadores.
·        20-40 Minutos

Hay oro en Black Hills, Dakota del Sur, y has venido a buscar (o a robar) tu parte. Te estás hospedando en uno de los tres establecimientos de Deadwood, donde tus socios y tú estáis planeando robar alguna de las cajas fuertes repletas de oro que abundan en la ciudad. Pero sospechas que los “amigos” con los que estás trabajando están reuniendo armas ¿Para qué? Pues para poder usarlas contra ti y quedarse con el oro. 

¿Estás listo para enfrentarte a ellos antes de que te disparen por la espalda?



Materiales:

Lo primero que llama la atención de este juego es la cuidada edición a la que esta editorial ya nos tiene acostumbrados. Con su ya clásica caja en formato libro, se une a los otros dos juegos que tiene publicados con ese llamativo formato: Salem 1692 y Tortuga 1667. Como decimos, la caja del juego simula las tapas de cuero de un libro y podría camuflarse perfectamente en una estantería con libros reales.

Ya dentro de la caja encontramos las tres localizaciones con forma redonda, claramente diferenciadas entre sí y que hacen las veces de tablero de juego.
Las típicas estrellas de Sheriff en diferentes colores que representarán a cada jugador. Tendremos también cuatro juegos de dos pares de dados. A cada dado se le asigna a un tipo de arma, teniendo dados que hacen más daño o menos en función del arma utilizada.

Todas las cartas están ilustradas con motivos clásicos de los westerns americanos. Los típicos Colt, el sombrero, las cartucheras, el caballo…

En general tendremos material de primera para un juego en formato pequeño en el que hasta el más mínimo detalle cuadra con el tema y le da el aroma de lo que trata de representar. Sobresaliente el apartado exterior del juego.


Camuflado entre libros

La caja por dentro. Todo está perfectamente dividido

Todo el material del juego

El juego lo completan las cartas, que serán de dos tipos:

Cartas de Caja Fuerte
Cajas Fuertes: Estarán ocultas durante toda la partida y nos darán principalmente oro, aunque también hay cartas con algún beneficio que podremos utilizar en la ronda de insignias de la partida.

Cartas Deadwood

Cartas Deadwood: Cartas que utilizaremos en nuestro turno, con dos opciones por carta. La parte superior de la carta tendrá un arma y servirá para atacar a otros jugadores. En la parte inferior vendrá un objeto especial que te dará un beneficio que vendrá descrito en la propia carta.



El juego

Disposición inicial de cada jugador

Despliegue inicial de los jugadores en las localizaciones

Empezaremos la partida con 4 cartas de Deadwood por cada jugador (3 si jugamos con 8 ó 9 jugadores) y dos cartas de "Caja Fuerte" que se colocarán boca abajo delante de cada uno de los jugadores. Cuando recibamos las dos cartas de "Caja Fuerte", cada jugador mirará ambas y se quedará con una; después pasaremos la otra, boca abajo, al jugador a nuestra izquierda. Con esa segunda carta que recibamos tendremos nuestras dos cartas iniciales. Ambas se colocarán boca abajo en frente del jugador propietario.
En el centro de la mesa dispondremos de tres cartas de "Caja Fuerte".

Cada turno tendremos jugaremos una carta de Deadwood de tu mano, pudiendo utilizarla de dos maneras, por su parte inferior, como el objeto especial o con el arma situado en la parte superior de dicha carta.

Si escoges el lado especial, la propia carta describirá el efecto.

Si escoges el arma tendrás dos opciones:

Realizar un robo: La carta que has escogido la pondrás boca arriba en frente de alguna de las Cajas Fuertes de otro jugador. Ese jugador pasará a ser el jugador defensor y debe jugar una carta de su mano para defenderse con el arma que figure en la carta escogida. Ambos jugadores, al mismo tiempo, lanzarán los correspondientes a sus armas, que vendrán reflejados en las cartas utilizadas. El resultado más alto ganará el robar (en el caso del atacante) o mantener (en el caso del defensor) la susodicha caja. Si empatamos en la tirada, volveremos a lanzar los mismos dados hasta que haya un ganador. Si gana el atacante, este se hará con la carta, la podrá ver y seguido la colocará junto a sus otras Cajas Fuerte. 

Duelo: Servirá para empujar a otro jugador desde una ubicación que compartamos a otra ubicación o para que intercambiemos las posiciones en el caso de que nos encontremos en ubicaciones distintas. La forma de hacerlo es similar al robo, pero en lugar de colocar la carta en frente de una caja fuerte lo haremos enfrente de la carta del jugador al que queremos atacar. Bajaremos un arma cada jugador y resolveremos de la misma forma que el robo. Si atacas y derrotas a alguien que se encuentre en el mismo lugar que tú, en lugar de cambiar posiciones, envías la estrella de ese jugador a un lugar diferente, respetando los límites que tienen las ubicaciones y que están representados en una tabla. Si el defensor gana, no pasa nada.

Cada turno todos los jugadores que hayan intervenido volverán a robar para completar las cuatro cartas que puedes tener en la mano.

Cuando el último jugador complete su turno, se producirá un “atraco”. Se revelará la carta superior de las tres que hemos apartado al configurar el inicio de partida, cada jugador bajará un arma de su mano y se lanzarán los dados correspondientes. El que gane el atraco será el que saque el valor más alto y se quedará la caja fuerte. Tenemos un límite de tres cartas de caja fuerte, en caso de superarla, tendremos que darle una al jugador que menos tenga. En caso de empate escogeremos a uno de los que menos tenga.

Cuando se han jugado los tres atracos se jugará una última ronda final y tras ella pasaremos a la ronda de insignias. En nuestras cartas de Cajas Fuertes hemos podido acumular una de las cinco insignias que trae el juego: Estaño, Acero, Bronce, Plata u Oro. En ese orden el jugador que posea alguna de ellas tendrá ocasión de jugar un turno más.

Completada esta fase, cada jugador revelará sus cajas fuertes. Y aquí viene la miga del juego: comprobaremos en qué lugar está cada jugador y solo pasarán al duelo final los propietarios de la ubicación donde más dinero se haya acumulado. Los que no se encuentren ahí estarán fuera de la partida y no tendrán opción a jugar el duelo final.

El duelo final lo realizarán todos los jugadores que se encuentren en la ubicación más “rica” y se resolverá jugando las cuatro cartas que tengas en tu mano. Cada jugador jugará un arma y lanzarán los dados correspondientes. Los que hayan caído, dan la vuelta a su carta de personaje. Si vuelven a tener que darle la vuelta habrán muerto y solo continuarán los que queden en pie. El último jugador vivo será el ganador de la partida.



Conclusiones:

Por tema y sistema de juego puede recordar en algunos detalles al Bang pero aunque a mí me gusta mucho ese, recomiendo este Deadwood por encima del otro. Mientras que en Bang tenemos los roles ocultos, aquí todos estamos descubiertos y aunque tendrás que jugar contra todos, tienes que recordar que sólo no vas a ganar. Mientras que en Bang el juego es algo más difícil de explicar, aquí no hay ninguna duda desde el primer minuto. Lo disfrutarás con cualquier grupo, desde los familiares y esporádicos, hasta los jugones contrastados.

En cuanto al juego en sí, las decisiones serán sencillas y aunque los dados pueden hacerte sufrir por el lógico azar de estos, no es un juego de poner la directa y a atacar sin medida, no es un tiradados sin más. Los ataques porque sí no tienen cabida, llenarte los bolsillos con cajas fuertes puede ser un arma de doble filo, mientras que unos pueden querer estar donde tu estés, para otros vas a ser el hombre al que robar. La ronda importante es la final, es donde se vende el pescado y es donde tendremos que estar. Jugar tus mejores cartas antes del duelo final, te puede permitir llegar a él, pero no quieres llegar, quieres ganar y tendrás que ser precavido para no enfrentarte al duelo final con una pistolita de tres al cuarto.

Tendremos que hablar, “orientar” es la palabra adecuada, persuadir a tus rivales de que tus cajas fuertes no son potentes o son pocas frente a las de tus rivales, en definitiva, tendremos que comer oreja.

Permite jugar a un número amplio de jugadores y una partida se juega en media hora. El juego se disfruta desde cuatro jugadores en adelante. Mientras que a cuatro jugadores estamos en un entorno más controlado, a más jugadores el juego se convierte en algo más loco y caótico.

Por último, los materiales del juego son muy llamativos. No son nada del otro mundo, pero gustan. La caja llama la atención y ya son varios los que al verlo no sabían ante que estaban. Hay hasta quien le ha costado abrirlo…

Tiene una pequeña dependencia del idioma. Las cartas, tienen algo de texto pero no es mucho y es bastante básico. Se repiten constantemente, por lo que en dos partidas ya te has familiarizado con todas.

Si queréis un juego portable, que te permita jugar a muchos jugadores, que sea fácil de aprender y que no sea muy caro, estáis tardando en haceros con él.



Y encima lo podéis camuflar entre los libros si la ludoteca ya no da para más.


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